Es muy común hoy día estar corriendo por todas las ocupaciones y responsabilidades; los hijos, el trabajo los agobiantes compromisos económicos, en fin, respiras y dices: ¡No puedo ni pensar!
Pues bien, esto es lo lógico del afán. De alguna manera -No te deja pensar con claridad-
El afán se define también como: deseo, ansias, ambición, términos nada alentadores para la situación que nos encontramos ¿Verdad? ¡Es así! resultan ser la realidad cruda a la que nos enfrentamos, y toda nuestra energía que se gasta de manera innecesaria lo que te impide enfocarte en el propósito que piensas perseguir.
Ahora me dices… ¿No me comprendes? las deudas me están ahogando, no estoy bien de salud, estoy mal con mi pareja. Créeme no eres la única persona que ha vivido una situación de este tipo, todas las cosas tienen solución mientras tengas vida, pero si tu vida se sigue enfocando en lo que no tienes o en lo que estés viviendo en el momento, es muy difícil ver los talentos y cosas que puedes explotar de ti y de cada situación por la que estés pasando.
Muchas personas viven cosas peores a las que nosotros podamos enfrentar, si desestimar lo que estés viviendo ¡claro! Piensa en esto: El afán te quiere detener y quiere crear en ti la auto-compasión ¡Peligroso! Esto No sirve para nada.
Cuando nos afanamos es igual a botar agua limpia en un sifón o fregadero… Es desperdiciarte y tú eres muy valioso así como el agua lo es. Además no estas para eso, estas para enfocarte y pensar en lo que tienes y lo que eres… Seguro si estas en problemas siempre estará cerca la solución, acuérdate que la noche no dura toda la vida, pronto llegará tu amanecer.
Otra Vista 